domingo, 31 de agosto de 2008

Cumbre Social del MERCOSUR - Tucumán 2008

Documento para la Cumbre Social del MERCOSUR de Tucumán
Julio 2008

La Utopía en marcha
Sólo tres años nos separan de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata donde se derrotó el proyecto hegemónico de los EEUU para el continente encarnado en la figura del ALCA. En ese momento, el avance de la integración sudamericana parecía volverse imparable: la llegada al poder de Presidentes y mandatarios que entendían, desde diferentes lugares, orígenes y tradiciones, la imperiosa necesidad de enfrentar la nefasta herencia del neoliberalismo con más política y más integración, así lo predecía.
Sin embargo, hoy nos encontramos con una situación paradojal. Mientras los discursos presidenciales siguen encontrando sus acuerdos, el día a día de la integración aparece relegado, dando lentos pasos que llevan a la frustación de muchos sectores que veían en la integración, la posibilidad de un proyecto de desarrollo nacional y regional.
Esta situación reconoce dos causas. Por un lado, la permanencia en los espacios estatales y privados de estamentos formados en otra lógica más vinculada con la balcanización de América del Sur de cara a su participación en el escenario mundial en términos periféricos y dependientes. Y, por el otro, la inexistencia de una fuerza social, autónoma y comprometida con la idea de la unidad y la ciudadanía regional que aporte su militancia y su capacidad en la conformación y concreción de este sueño unitario y emancipador.
Frente a esto, tomamos como propio el desafío de comprometernos en la deconstrucción de estas condiciones entendiendo que para aquellos que soñamos con la patria grande latinoamericana, dejar pasar este momento de convergencia política histórica es no sólo un error, sino también una traición imperdonable. Para nosotros, que soñamos con la patria que soñó Bolívar, que soñó Artigas, que soñó el Che, el futuro llegó, y es hora de ponernos a andar. Este cambio de época que predijo el presidente Correa necesita de mentes que lo piensen, de brazos que los sostengan, de voces que le canten, de poetas que le escriban.
Por ello nosotros, como jóvenes, como estudiantes, como trabajadores, decimos hoy presentes para plantear nuestra defensa y nuestro activo compromiso con la Patria Grande, con la ciudadanía regional.
Y lo hacemos a partir de definiciones claras, reivindicando los acuerdos iniciales de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, en la defensa irrestricta de la democracia y los derechos humanos, de la paz, de un proyecto integrador para la región que incluya, además de lo comercial, la integración política, cultural, educativa y social.
Retomamos además el espíritu de los acuerdos fundacionales de los años ’80 entre Argentina y Brasil, planteados en la lógica de la integración productiva, de la complementación y la construcción de cadenas de valor regionales.
Finalmente reivindicamos como piedra fundamental de dicha integración sudamericana al MERCOSUR, como espacio eje sobre el cuál vincular al conjunto de los países de la región. Aceptamos y apoyamos el ALBA como proyecto de cooperación y solidaridad entre los pueblos y vemos en UNASUR una herramienta central para la constitución de una agenda común en temas energéticos y de seguridad regional, pero somos concientes de la necesidad de trabajar a partir de aquello constituido y sobre el cuál se ha avanzado mucho, al punto de convertirse en el eje del combate contra el proyecto hegemónico norteamericano.

Participación social - Juventud organizada
Así como expresamos nuestro férrea defensa del MERCOSUR y sobre todo del proceso de integración MERCOSUR nacido a partir de la “Declaración de Buenos Aires” de 2003 donde se abrió el espacio para la integración productiva, social y cultural, consideramos necesario expresar nuestra crítica a su forma de organización.
Por ello, exigimos la inmediata reforma institucional tantas veces postergada, abriendo los espacios de decisión a otros actores, convirtiendo en obligatorias las consultas al Parlamento del MERCOSUR para determinados temas claves, trasladando al FCCR la decisión sobre el destino del FOCEM y creando los mecanismos necesarios para una efectiva y determinante participación social en el proceso decisorio.
Llamamos además, en tanto jóvenes, a la apertura a los movimientos sociales de la Reunión Especializada de Juventud (REJ) y al impulso de un programa regional de jóvenes líderes políticos y sociales para la consolidación de una generación de dirigentes con mirada mercosureana, así como la implementación de programas de voluntariado nacionales que apunten a la creación de ciudadanía y conciencia regional entre los jóvenes.
Nos pronunciamos, como estudiantes, a 90 años de la Reforma Universitaria del ’18, gesta latinoamericana por excelencia, por la constitución de un sistema universitario vinculado con los intereses del desarrollo regional, bajo los principios de democracia interna, compromiso social y excelencia académica. Apoyamos la constitución de un espacio universitario MERCOSUR y el fortalecimiento de programas de intercambio docente y estudiantil, saludando la puesta en marcha del programa MARCA.
Finalmente, en tanto trabajadores, llamamos a la constitución del Instituto MERCOSUR del Trabajo que sirva como órgano de ejecución y cumplimiento de la Declaración Socio-Laboral e impulsamos, en el marco de la paritaria social juvenil latinoamericana el debate sobre un proyecto regional de primer empleo que ayude a los jóvenes a ingresar al mercado de trabajo en condiciones dignas y con pleno respeto de sus derechos.
Con esta agenda abierta de cara al debate en la Cumbre Social, llegamos a Tucumán con la premisa de decir aquí estamos. Tenemos la convicción de que para los que soñamos una América del Sur unida, hoy es cuando. No lo dejaremos pasar.


Por el fortalecimiento de la Unidad Sudamericana
Por un MERCOSUR Productivo y Social
Por la Ciudadanía Regional
Por la integración por y para los Pueblos del Sur


Aquí estamos

Jóvenes por el MERCOSUR

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