domingo, 31 de agosto de 2008

Cumbre Social del MERCOSUR - Tucumán 2008

Documento para la Cumbre Social del MERCOSUR de Tucumán
Julio 2008

La Utopía en marcha
Sólo tres años nos separan de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata donde se derrotó el proyecto hegemónico de los EEUU para el continente encarnado en la figura del ALCA. En ese momento, el avance de la integración sudamericana parecía volverse imparable: la llegada al poder de Presidentes y mandatarios que entendían, desde diferentes lugares, orígenes y tradiciones, la imperiosa necesidad de enfrentar la nefasta herencia del neoliberalismo con más política y más integración, así lo predecía.
Sin embargo, hoy nos encontramos con una situación paradojal. Mientras los discursos presidenciales siguen encontrando sus acuerdos, el día a día de la integración aparece relegado, dando lentos pasos que llevan a la frustación de muchos sectores que veían en la integración, la posibilidad de un proyecto de desarrollo nacional y regional.
Esta situación reconoce dos causas. Por un lado, la permanencia en los espacios estatales y privados de estamentos formados en otra lógica más vinculada con la balcanización de América del Sur de cara a su participación en el escenario mundial en términos periféricos y dependientes. Y, por el otro, la inexistencia de una fuerza social, autónoma y comprometida con la idea de la unidad y la ciudadanía regional que aporte su militancia y su capacidad en la conformación y concreción de este sueño unitario y emancipador.
Frente a esto, tomamos como propio el desafío de comprometernos en la deconstrucción de estas condiciones entendiendo que para aquellos que soñamos con la patria grande latinoamericana, dejar pasar este momento de convergencia política histórica es no sólo un error, sino también una traición imperdonable. Para nosotros, que soñamos con la patria que soñó Bolívar, que soñó Artigas, que soñó el Che, el futuro llegó, y es hora de ponernos a andar. Este cambio de época que predijo el presidente Correa necesita de mentes que lo piensen, de brazos que los sostengan, de voces que le canten, de poetas que le escriban.
Por ello nosotros, como jóvenes, como estudiantes, como trabajadores, decimos hoy presentes para plantear nuestra defensa y nuestro activo compromiso con la Patria Grande, con la ciudadanía regional.
Y lo hacemos a partir de definiciones claras, reivindicando los acuerdos iniciales de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, en la defensa irrestricta de la democracia y los derechos humanos, de la paz, de un proyecto integrador para la región que incluya, además de lo comercial, la integración política, cultural, educativa y social.
Retomamos además el espíritu de los acuerdos fundacionales de los años ’80 entre Argentina y Brasil, planteados en la lógica de la integración productiva, de la complementación y la construcción de cadenas de valor regionales.
Finalmente reivindicamos como piedra fundamental de dicha integración sudamericana al MERCOSUR, como espacio eje sobre el cuál vincular al conjunto de los países de la región. Aceptamos y apoyamos el ALBA como proyecto de cooperación y solidaridad entre los pueblos y vemos en UNASUR una herramienta central para la constitución de una agenda común en temas energéticos y de seguridad regional, pero somos concientes de la necesidad de trabajar a partir de aquello constituido y sobre el cuál se ha avanzado mucho, al punto de convertirse en el eje del combate contra el proyecto hegemónico norteamericano.

Participación social - Juventud organizada
Así como expresamos nuestro férrea defensa del MERCOSUR y sobre todo del proceso de integración MERCOSUR nacido a partir de la “Declaración de Buenos Aires” de 2003 donde se abrió el espacio para la integración productiva, social y cultural, consideramos necesario expresar nuestra crítica a su forma de organización.
Por ello, exigimos la inmediata reforma institucional tantas veces postergada, abriendo los espacios de decisión a otros actores, convirtiendo en obligatorias las consultas al Parlamento del MERCOSUR para determinados temas claves, trasladando al FCCR la decisión sobre el destino del FOCEM y creando los mecanismos necesarios para una efectiva y determinante participación social en el proceso decisorio.
Llamamos además, en tanto jóvenes, a la apertura a los movimientos sociales de la Reunión Especializada de Juventud (REJ) y al impulso de un programa regional de jóvenes líderes políticos y sociales para la consolidación de una generación de dirigentes con mirada mercosureana, así como la implementación de programas de voluntariado nacionales que apunten a la creación de ciudadanía y conciencia regional entre los jóvenes.
Nos pronunciamos, como estudiantes, a 90 años de la Reforma Universitaria del ’18, gesta latinoamericana por excelencia, por la constitución de un sistema universitario vinculado con los intereses del desarrollo regional, bajo los principios de democracia interna, compromiso social y excelencia académica. Apoyamos la constitución de un espacio universitario MERCOSUR y el fortalecimiento de programas de intercambio docente y estudiantil, saludando la puesta en marcha del programa MARCA.
Finalmente, en tanto trabajadores, llamamos a la constitución del Instituto MERCOSUR del Trabajo que sirva como órgano de ejecución y cumplimiento de la Declaración Socio-Laboral e impulsamos, en el marco de la paritaria social juvenil latinoamericana el debate sobre un proyecto regional de primer empleo que ayude a los jóvenes a ingresar al mercado de trabajo en condiciones dignas y con pleno respeto de sus derechos.
Con esta agenda abierta de cara al debate en la Cumbre Social, llegamos a Tucumán con la premisa de decir aquí estamos. Tenemos la convicción de que para los que soñamos una América del Sur unida, hoy es cuando. No lo dejaremos pasar.


Por el fortalecimiento de la Unidad Sudamericana
Por un MERCOSUR Productivo y Social
Por la Ciudadanía Regional
Por la integración por y para los Pueblos del Sur


Aquí estamos

Jóvenes por el MERCOSUR

Por una Reforma Universitaria Latinoamericana

Desde Jóvenes por el MERCOSUR reivindicamos los ideales de la Reforma Universitaria de 1918 y reforzamos nuestro compromiso con un proyecto de unidad, democracia y justicia social para los pueblos del Sur .

Consideramos que la participación social y política de los pueblos de la región se constituye progresivamente en uno de los ejes centrales a la hora de consolidar los logros alcanzados.

En el marco de estos debates y ante las posibilidades de profundizar estos procesos de cambio, el rol de la Universidad Pública debe recobrar su importancia como espacio generador de conocimiento para la transformación de la sociedad.

Estamos a 90 años de la Reforma Universitaria, aquel suceso histórico que generó una transformación educativa, cultural, social y democrática al interior de las Universidades y que impregnó el curso político de la sociedad, extendiéndose por toda América Latina.

Como jóvenes miembros de la comunidad universitaria nos enfrentamos al desafío protagonizar, con pensamiento crítico y compromiso social, la tarea de volver a vincular la Universidad Pública con las problemáticas necesidades sociales y la construcción de un proyecto nacional, popular y democrático para el país.

Frente al debate por una nueva LES, la Universidad debe protagonizar los grandes debates nacionales y regionales.
(Junio 2008)

Hacia una integración por y para los pueblos del Sur


PROGRAMA

"JÓVENES POR EL MERCOSUR"

En América Latina asistimos en la actualidad, a un proceso político de cambios y transformaciones, protagonizado por gobiernos progresistas populares, que integrando a los movimientos sociales, apuntan a la generación de un proyecto alternativo al neoliberalismo por medio de la integración política, económica, social y cultural de los pueblos de la región.

Por esto, y con el convencimiento de que la posibilidad de la construcción de un modelo de país más justo sólo es posible en el marco de un proceso de integración regional, es que hemos desarrollado en conjunto entre la Juventud de la CTA y la Agrupación La Vertiente el programa Jóvenes por el MERCOSUR.

Esta iniciativa tiene como objetivo constituir un espacio juvenil que pueda plantear el debate, de cara a la sociedad, sobre que modelo de integración queremos. Un espacio abierto, pero no neutral, que ponga el eje en la idea de la construcción de un MERCOSUR Social, Cultural y Productivo por delante del modelo comercial de los ’90.
Espacio además que aporte, desde nuestra formación como estudiantes universitarios, insumos para la generación de propuestas de política en vinculación con la CTA, y los ámbitos de Cancillería y demás ministerios abiertos a la participación social y popular.

En este marco, desde la Agrup. La Vertiente y Juventud CTA, convocamos a todos los jóvenes con voluntad integracionista a sumarse a este espacio para construir una mirada juvenil sobre el MERCOSUR, participando de los distintos espacios de formulación de políticas del bloque, formándose en las distintas temáticas de la integración y militando a favor de un MERCOSUR por y para los pueblos de la región.

Invita:
La Vertiente y Juventud CTA

Para informarte y participar de “Jóvenes por el Mercosur” escribinos a: jovenesporelmercosur@gmail.com

Por una nueva Ley de Medios para la Democracia



Derecho a la información, pluralismo comunicacional y derechos humanos

El conflicto en torno a las medidas de las retenciones al campo tanto como la discusión sobre el funcionamiento de los medios de comunicación se han planteado en un escenario que, en definitiva, pone en debate la pregunta sobre cuál es el lugar que le cabe al Estado en la regulación del mercado y la actividad económica.

La cobertura mediática de lo ocurrido durante más de cien días de lo que se describió como "paro histórico", o "Gobierno vs. Campo" puso de manifiesto la distorsión y des-información que los medios realizaron respecto de lo que ocurría, junto a la difusión del prejuicio y el racismo espontáneo, sin la responsabilidad de explicar, informar ni reflexionar con ponderación las mismas circunstancias conflictivas y críticas sobre las que operaban.

Así, el Grupo Clarín (TN, canal 13), durante las manifestaciones de opiniones distintas entre “cacerolas” y movilizaciones a favor de la política de retenciones, se ocupó de resaltar la diferencia entre la “gente” y los “piqueteros”, dejando de manifiesto que la discriminación y el respeto al pluralismo de ideas no son banderas de esta prensa independiente.

Los grandes grupos multimediales, que han jugado un importante rol en la disputa por el poder en nuestro país, hoy vuelven a esconderse bajo la bandera de la “libertad de prensa” para evitar el debate por una política democrática de medios de comunicación.

Entendemos necesaria la democratización, profundización y renovación del campo de los grandes debates públicos para discutir una nueva ley de medios que reemplace a la vigente Ley de Radiodifusión de la dictadura.

En este contexto histórico y ante la posibilidad de empezar a discutir los ejes sobre los cuales erigir un proyecto de país con desarrollo, inclusión social, democracia y soberanía, resultan fundamentales el debate público y la acción comprometida.

Macri vs. derecho a la Cultura


La política cultural que desarrolla el Jefe de Gobierno porteño junto a su ministro de Cultura ha despertado algunos debates en torno al rol de Estado como garante (o no) de los derechos de ciudadanía.

En marzo de este año, 600 talleres culturales que se dictaban de forma gratuita, fueron cerrados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Al mismo tiempo, más del 55% de los trabajadores de los centros culturales fueron despedidos y el resto sufrieron la reducción y rebaja de las horas cátedras y padecen condiciones de contratación indignas (pago de salarios fuera de termino, contratos temporales sin los beneficios de antigüedad, licencias, estatuto, o reconocimiento de su rol docente).

En diciembre del año pasado, el reciente Ministro de Cultura de la Ciudad, Hernan Lombardi (ex ministro de turismo de Fernando De la Rua, ex grupo SUSHI, vinculado a empresas de turismo, organismo que se encuentra actualmente bajo la órbita de su ministerio) ya había dado muestras de lo que sería una política cultural privatista, al suspender el Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires, el Festival de Tango y el BAFICI (de cine independiente).
Otro ataque a la cultura por parte del PRO se manifestó en torno al caso del Canal Ciudad Abierta, donde en varias ocasiones el jefe de Gobierno declaró que piensa cerrarlo con el argumento (o excusa) economicista que la empresa televisiva resulta un peso considerable y un gasto innecesario para las arcas de la ciudad.

Los que esta en claro tras estos 3 meses de gestión es el Modelo de ciudad que intenta imponer el PRO. Tras la fachada de buena gestión y eficiencia, se esconde la concepción del Estado como gerenciador, del Estado empresario, y no como ámbito donde expresar los conflictos sociales ni como garante de los derechos humanos de la población, principalmente de la más vulnerable.

En el caso de la política cultural macrista se revela la anulación de lo que se supo construir con esfuerzo, organización popular y con indiscutible éxito en cuanto al acceso de todos los sectores sociales a la cultura. Con claro tinte privatista en cuanto al acceso a los derechos de ciudadanía y guiado por una lógica de “gestión de la política” a través de resolver administrativamente (suprimir) el conflicto social, el macrismo opera a partir de la fragmentación social. De este modo, el gobierno neutraliza las acciones de disputa y movilización por los derechos (a la cultura, a la salud, la educación, etc.).

En tal sentido, sus primeras medidas implicaron un “ajuste” de las funciones del Estado: imposición de un aumento del ABL, despidos masivos e injustificados, desalojo de familias enteras de cartoneros/as, discriminación en la atención sanitaria entre porteños/as y ciudadanos del conurbano o provenientes de países limítrofes...

Puede decirse que la pluralidad de criterios, el disenso y los valores democráticos -tan altamente defendidos en las campañas electorales del PRO así como en las primeras horas de mandato- se ven totalmente anulados a la luz de los acontecimientos citados.
Macri, en su plataforma electoral pregonaba: "La cultura debe cumplir un rol de orden en la sociedad, fundando normas para la aplicación de leyes y el funcionamiento del Estado" . Pero cuando Macri habla de cultura como factor de "orden en la sociedad", habla de “acallar la protesta social y volver a una ciudad sin marchas, cortes de calle o expresiones culturales contrarias al régimen".

Ilustración de este modo de operar en relación a los derechos de ciudadanía, lo constituye la obligación-prohibición de pedir “permisos” para ciertas manifestaciones (cuando por otro lado, el gobierno de la Ciudad concede un escenario descomunal en plena Avenida 9 de Julio a un nefasto y poderoso personaje evangelista).

El brutal “recorte” de 600 de los 1200 talleres culturales gratuitos que existen en la ciudad atenta contra la continuidad del programa cultural de los barrios. Debido a los diversos argumentos expuestos y al respaldo que otorgan los hechos, se manifiesta que el conjunto de estas medidas apuntan a la consolidación de un proceso de privatización del acceso a la cultura. Pocas dudas quedan de que, con la implementación de esta tipo de medidas, los "Nuevos Buenos Aires" lejos de "oxigenar" la igualdad en el acceso a la cultura, la asfixian.

El desarrollo de la cultura y su divulgación deben ser una política de estado y es un imperativo que no se puede dejar solamente en manos de quienes eventualmente nos gobiernen. El derecho a la cultura no es un gasto innecesario, ni un negocio ni un espectáculo. Los Centros Culturales son de los barrios. La Cultura, de los pueblos.

De la dependencia a la Integración Suramericana


Entrevista a Mario Toer.
Sociólogo, profesor de la materia Política Latinoamericana
(Facultad de Cs. Sociales - UBA). Abril 2008

El reciente conflicto entre Colombia y Ecuador reavivó los debates en torno a las cuestiones de la guerra y la paz, al modo de buscar salida a los conflictos en el continente y las alternativas a la hora de construir modelos de desarrollo para los países de la región. MAREJADA entrevistó al profesor Mario Toer sobre el clima político que atraviesan los países de América Latina.

Revista Marejada: ¿Cuáles son los principales debates en la agenda actual latinoamericana?

Mario Toer: Los principales debates de la agenda actual latinoamericana, pienso, devienen de todo este conglomerado de proyectos que han estado y están buscando una salida más o menos consistente del pantano al que nos habían llevado las políticas neoliberales al finalizar el siglo pasado. Proyectos que buscan interpretar los tiempos que corren y generar bloques sociales y políticos con capacidad de transformación de acuerdo a las particularidades de las relaciones de fuerza de los diferentes países. Se trata de una agenda que, a pesar de lo variada que son estas experiencias, es bastante coincidente en su temática y que, por otra parte, es vista desde el imperio de los Estados Unidos como el punto al cual tiene que intentar dar cuenta.

RM: El reciente conflicto entre Colombia-Ecuador puso en escena algunos debates sobre modelos económico-políticos para los países de América Latina: qué análisis realiza de la Cumbre del Grupo Río y la OEA que se realizó en el mes de marzo en la capital dominicana? Qué rol cumple Estados Unidos en este escenario?

MT: Como decía antes, en tanto Estados Unidos ha visto que tiene que tener una presencia en todos los planos (desde las movidas diplomáticas que intenta realizar, hasta una presencia militar en la región), la situación que vive Colombia le facilitó la concertación de un acuerdo con la fuerza política que representa el actual Presidente Uribe. Acuerdo a partir del cual Estados Unidos demostró tener capacidad operativa que pueda trascender una frontera. Yo creo que el ensayo de bombardear con la misma alta tecnología que se utiliza en Medio Oriente el campamento donde estaba el principal negociador que tenían las FARC para buscar una salida, no solamente al corredor puntual de los prisioneros que venían manteniendo esta fuerza sobre el intercambio, sino a través de esto la búsqueda pacífica del conflicto… pienso que este bombardeo con esta alta tecnología, evidencia a todas luces la presencia de quienes son capaces de operar este sofisticado armamento y su intención en la región. Intención que no pasa por la búsqueda de una eventual salida pacífica al estilo de lo que ocurrió en El Salvador o Guatemala, sino por buscar la posición de actuar con absoluta disposición de aniquilamiento a cualquier variante que pretenda tener un enfrentamiento a las políticas que desde sectores reaccionarios y el imperio se impulsan en la región.

RM: Se habla de modelos estratégicos para la integración latinoamericana: cuáles son los principales desafíos para lograr esta integración y sobre qué ejes se debe estructurar?

MT: Principalmente las características de todos estos proyectos que han surgido en América Latina hicieron hincapié en la búsqueda de caminos para la integración. En la búsqueda de complementación comercial y productiva, los mercados regionales han sido un paso. El Mercosur venía con consistencia suficiente como para servir de parapeto y resistir la modalidad a la vieja usanza, que desde Estados Unidos se buscaba instalar: vínculos de los países de la región, no entre sí, sino a partir del centro de gravitación principal, reforzando la situación crónica de dependencia. Dada la importancia de los avances en el plano económico-comercial, es necesario reforzar los aspectos del intercambio cultural y político. Aún es mucho el terreno que hay que recorrer...

RM: El fenómeno de la “sojización” de las tierras argentinas ha generado algunos debates en torno al modelo de desarrollo productivo en nuestro país. En el marco del conflicto de las retenciones, el tema ha cobrado publicidad. Qué efectos produce esta situación en la región?

MT: Creo que es bastante sintomático y la Argentina lo está viviendo con intensidad, pero no es sólo un problema que se está manifestando en la Argentina. Los llamados agronegocios, buscan maximizar el beneficio a corto plazo sin mirar a costa de quién ni de qué. Hay que considerar que los deterioros que se producen con la unilateralidad de la producción de soja lleva a tener que depender de otras eventuales fuentes para importar alimentos en un momento en que el conjunto de la producción alimenticia viene llevando sus cotizaciones a nivel internacional. Por lo tanto, su correlato inmediato es la creciente dificultad para que esos alimentos estén al alcance de bastos sectores de la población. De allí que la política de retenciones sea el recurso más apropiado para mantener ciertos límites en la producción, obtener recursos por parte del Estado para atender a las situaciones más acuciantes y, al mismo tiempo, permitir que los precios de otros bienes agrícolas no entren en la escalada global.
La batalla que el gobierno argentino pretende encarar, al mismo tiempo, pone en evidencia otro factor: la concertación de los medios de comunicación. El Cuarto Poder, es absolutamente parcial y está supeditado a los intereses de las minorías que son poseedoras. Creo que llegada la ocasión, como ahora que se han puesto a favor de intereses minoritarios; con la mayor elocuencia y creatividad debe mostrarse cómo operan estos medios, que sean puestos en cuestión para obtener una mayor pluralidad en la circulación de las ideas, condición sine qua non para constituir cualquier identidad política, que pretenda desafiar o poner en cuestión la situación de dominación.

***

RM: Qué rol cumplen los medios masivos de comunicación a la hora abordar la nueva realidad regional? MT: En todos los países se ha visto el mismo fenómeno con el mismo grado de concentración: ocurrió y ocurre en Venezuela, Brasil, otro tanto en Ecuador. Uno puede encontrar matices, en algunos países, por ejemplo, donde tradicionalmente estaba legitimado el hecho de que los medios de comunicación estuvieran asociados de una manera prácticamente explícita a un partido político; en el caso de Uruguay, era la ley del juego: estaban el diario del Partido Nacional, diario de los colorados o alguna de sus fracciones, y el diario favorable al Frente Amplio. Entonces como quien dice, ninguno de ellos opera como el gran pool que maneja las noticias a gran escala bajo la pretensión de una cierta neutralidad, cosa que sí ocurre en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Venezuela y México. Creo que el hecho de que un teorema tan simple y elemental como la libertad de prensa esté subordinado a la libertad y el derecho a informarse de los diversos discursos políticos en que se produce lo real, no fue introducido a un debate… principio democrático esencial para sustraernos de este secuestro a que la gente está sometida a un puñado de estafadores de agente de noticias.

Lo único posible para entender es participar

Uno de los motores que nos convoca para hacer rodar esta revista es la organización de la juventud para transformar la realidad que nos rodea y hacer efectivos nuestros derechos. Desde hace un tiempo, algunos de los que hacemos Marejada nos sumamos al trabajo territorial en el Barrio de Cildañez (Lugano). Allí se desplegan varias actividades e iniciativas de trabajo barrial: reuniones de salud, jornadas de trabajo voluntario, cuadrilla de limpieza, educación popular. El punto organizacional es el merendero “La Candela”, que está a cargo de compañeras del MTD Evita y compañeros/as de la JP Evita.

Hace dos semanas, iniciamos en Cildañez un relevamiento socio-educativo y de salud, el cual fue elaborado con el aporte teórico-técnico de quienes hacemos Marejada y compañeros/as de Universidad y complementado con el trabajo de los/as compañeros/as del barrio. Se trata de una iniciativa en la que se intenta conocer cuáles son las condiciones de acceso a los derechos fundamentales de salud y educación para que, una vez detectadas las principales carencias, nos organicemos con los propios vecinos en función de dar solución a esos problemas.
A través de la participación, logramos articular una tarea que nos permite desde nuestra condición de estudiantes de la universidad pública, pero sobre todo desde nuestra condición de jóvenes organizados, generar respuestas a demandas concretas de los sectores más vulnerados de la sociedad.

Organizarse para luchar contra la exclusión social

La situación de aguda exclusión económica y social producto de las políticas implementadas durante la década pasada que impusieron el desmantelamiento del estado, la destrucción del tejido productivo, con el consecuente aumento de la desocupación y la pobreza, fueron principales causales de las condiciones de vida precaria y la consecuente falta de proyecto de vida que convierten a los jóvenes en una presa fácil del “paco”.
El lugar que el neoliberalismo y sus políticas derivadas destinó a la juventud fue el de la exclusión, la marginación, la sordera al reclamo de sus derechos. No solo se destruyó la posibilidad de un futuro para los/as jóvenes, sino aún peor: a través de la atomización y la fragmentación social nos relegó la posibilidad de ser parte de proyectos colectivos, a los que hoy no estamos dispuestos a renunciar.

Marejada es parte de un proyecto de Voluntariado Universitario que apunta a trabajar la problemática de las adicciones en la juventud. Muchos sabemos que el problema de las drogas y principalmente del “Paco” es una amenaza entre muchos pibes de la Argentina, y en la Provincia de Buenos Aires hay muchos más afectados de lo que somos capaces de pensar. Acá no hay datos que maquillar, el Paco te consume literalmente. Además de la pérdida de contacto con la realidad, la paranoia, agresividad y alucinaciones que pueden durar semanas, todo desemboca en muerte cerebral, en 6 meses como máximo.

Creemos que la juventud a lo largo de la historia ha tenido un papel muy especial: estuvo y está identificada con las reivindicaciones de los sectores populares, con los reclamos de justicia social, los derechos de ciudadanía, los derechos humanos. Somos de la idea de que desde las ideas, el emprendimiento y las convicciones de que un país más justo es posible, podemos revertir el legado que los ’90 nos dejó. Tres pilares fundamentales son necesarios para empezar el camino de las transformaciones sociales: la organización, la generación de conciencia social y la participación.

FEDUBA: libertad sindical y participación democrática


FEDUBA es una organización sindical de los trabajadores docentes de la UBA que, según su secretaria general la profesora María Inés Vignoles, fue creada a los efectos de “conformar una asociación sindical en defensa de los intereses de los trabajadores docentes de la UBA, acorde con la libertad sindical y la participación democrática de los trabajadores docentes”.
Uno de los objetivos de FEDUBA es revertir las condiciones de irregularidad de los docentes de la UBA, a partir de la generación de espacios de participación y ámbitos de trabajo dinámicos como el de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) que, a partir de los lineamientos generales del Convenio Colectivo que CONADU (Federación a la cual pertenece FEDUBA), se discute actualmente en el CIN. “Se trata de que sean los propios trabajadores docentes quienes identifiquen y aporten las soluciones necesarias a los problemas que afectan su espacio laboral. Para ello es fundamental, y es una de las reivindicaciones más fuertes de FEDUBA, que el sector trabajador participe en pie de igualdad con el sector empleador, en la definición de las pautas que afectan su propia seguridad y la de los alumnos”, afirma Vignoles.
Asimismo, los docentes de FEDUBA se encuentran avocados a la discusión de la nueva Ley de Educación Superior: “La intención es continuar con una serie de jornadas de debate sobre los lineamientos y el sentido que debería guiar a la nueva ley, junto a estudiantes, docentes y organizaciones sociales, tal como FEDUBA hizo en noviembre del año pasado en la Facultad de Ciencias Sociales” recuerda la secretaria general de la gremial docente.

Pensar la Universidad, hoy

FEDUBA ha tomado en sus manos la tarea de dar respuesta a las inquietudes docentes, generando una nueva instancia más abierta y democrática desde la cual empezar a pensar un modelo de Universidad diferente. Mucho es lo que debe ser reformulado: la situación de los ad honorem, la institucionalización del CBC, la extensión de la ciudadanía universitaria a los auxiliares docentes. Pero la apuesta de FEDUBA es mucho más ambiciosa: no se trata solamente de quedarse en la mera reivindicación sectorial, es decir, de luchar por la recomposición salarial; sino también de empezar a pensarnos como parte de un proyecto de país. “Lo que nos proponemos es avanzar, junto con el conjunto de la comunidad universitaria, hacia una estrategia de redefinición social, de modo de lograr una UBA más abierta, democrática y justa.”

Universidad de Buenos Aires: debates pendientes

Este año, dos debates cruciales para la Universidad Pública marcan la agenda: se cumplen 90 años de la Reforma Universitaria de 1918 y se inicia un debate público sobre una nueva Ley de Educación Superior. En este marco, debemos instar a que la postergada Asamblea Universitaria se realice a fin de generar el espacio para pensar y proponer alternativas al modelo de educación superior neoliberal que rige hoy en la UBA.
La crisis de la Universidad manifiesta el agotamiento de un modelo educativo engendrado en los años del “capitalismo salvaje”, modelo orientado a la producción de conocimientos para el mercado y basado en la privatización del derecho a la educación.
La irrupción de la crisis de la UBA, a su vez pone en escena la necesidad de reconstruir un proyecto que vuelva a dar sentido a nuestra formación académica al tiempo que oriente la investigación hacia la construcción de las herramientas teóricas y prácticas para abordar las problemáticas sociales.

Hacia una nueva Ley de Educación Superior


2008 - Un año para ser protagonistas...
La agenda de educación superior para este año sitúa a la Universidad Pública en un lugar protágonico: la posibilidad de avanzar en una nueva Ley de Educación Superior y en reformas estatutarias, son algunos de los debates que circundan los ámbitos académicos, políticos y periodísticos por estos días.
A diferencia de lo acontecido durante el 2007, donde la abarrotada agenda electoral relegó la discusión propia del sistema universitario nacional, este año la Universidad Pública intentará recuperar espacio en el debate público para expresar demandas postergadas por algún tiempo...

De las políticas neoliberales al debate por un modelo de país
Durante décadas nuestro país y Latinoamérica padecieron la implantación de un modelo de exclusión y fragmentación social, concentración de la riqueza y privatización del acceso a los derechos de ciudadanía, modelo que se inauguró con genocidas dictaduras en la región.
La universidad pública, también fue víctima del golpe del ’76 y se vio impregnada por la lógica neoliberal, cuya máxima expresión cristalizó en la Ley de Educación menemista. Actualmente el sistema de educación superior en su conjunto atraviesa una crisis que manifiesta el agotamiento de este modelo que los ’90 nos legaron. El desafío: encarar un debate público sobre un modelo alternativo para la universidad pública que redefina su rol en el marco de un proceso transformaciones en el país y la región.
Luego de la crisis que azotó a la Argentina durante el 2001-2002, la política como herramienta de transformación comenzó a recuperar un lugar preponderante en dispositivo decisional del Estado nacional. Se habilita entonces la posibilidad de limitar al mercado y los sectores concentrados de la economía a la hora de decidir sobre la asignación de recursos y la generación de políticas públicas. Es un escenario de disputa al interior del Estado entre quienes apuestan a construir un proyecto popular y soberano, y aquellos que pretenden asegurar sus privilegios a costa de la enorme brecha que hoy separa a los sectores más ricos de nuestro país de los sectores más vulnerados.
Es en esta disputa donde las transformaciones y resolución de las demandas populares aparecen como posibles. Y es en esta disputa en donde la Universidad Pública debe redefinir su posición y función social: como el espacio por excelencia de producción académica de conocimientos y herramientas teórico-prácticas para abordar las problemáticas sociales.

Hacia una nueva LES
La lógica neoliberal produjo un completo desacople de la Universidad respecto de la realidad y los debates políticos generales. La discusión sobre una nueva Ley de Educación Superior que reemplace a la ley menemista, apunta principalmente a generar al interior de Universidad Pública y en vinculación con la sociedad, un verdadero debate sobre su rol en la construcción de un modelo de desarrollo con equidad y justicia social para todos los/as argentinos/as.
La construcción de un nuevo marco normativo que defina los principales lineamientos sobre los cuales se erija el sistema universitario nacional tiene como trasfondo el debate sobre el rol del estado a la hora de garantizar el derecho a la educación superior. La lógica de producción de conocimientos orientada hacia el mercado, se ve cuestionada en un contexto en el que las condiciones históricas que hacían posible la libertad de mercado empiezan a cambiar en un escenario de disputa frente a la intervención del estado.
Este año se cumplen noventa años de la Reforma Universitaria de 1918. Uno de los mayores méritos de la tradición reformista en la Universidad fue que puso de manifiesto la unidad de la transformación educativa y cultural con la transformación social y política de la sociedad.
Una universidad como un verdadero espacio de formación, investigación y extensión que recupere su auténtica función para la sociedad en que se desenvuelve supone un debate abierto que ponga a la universidad a la altura de los necesidades del siglo XXI: ciencia y tecnología, investigación y generación de políticas públicas.

El conflicto del campo y el lock-out a la información


La intención del gobierno nacional de establecer un sistema de retenciones móviles a la producción de soja derivó en un conflicto de severas proporciones. Los cortes de ruta promovidos por las entidades agropecuarias, los cacerolazos, las movilizaciones en defensa de política del gobierno, los discursos de la Presidenta dieron lugar a muchas y diversas opiniones sobre el tema. Sumado a este proceso vivimos en estos días un debate sobre el rol de los medios de comunicación en lo que fue este conflicto, pero que lo supera y lo que pretende es discutir que papel han tenido y tienen los medios de comunicación en la sociedad y en la vida política argentina.
Que estos dos debates se hayan dado casi al mismo tiempo no es solo casualidad forman parte de un mismo problema de índole política acerca de qué y cómo interviene la política y el Estado en la regulación de la economía, del mercado.
El debate sobre qué modelo de país construir después de la debacle neoliberal de los 90 y como se redefinen la matriz de estado-mercado-sociedad es un debate donde los actores sociales y políticos se han posicionado claramente entre quienes quieren evitar este debate -porque evidentemente el estado de cosas actual les favorece- y quienes pretendemos transformar la realidad en función de construir una sociedad mas igualitaria y un país mas justo y soberano.
La posibilidad real de avanzar hacia estas transformaciones, ponen de manifiesto la necesidad de construir una agenda pública que incluya estos debates. Nuestra sociedad debe ser conciente también de que en momentos en los que estos debates toman formas concretas como fue en estos dos casos, la organización social y política debe darse en torno a quienes han puesto en tela de juicio a los sectores que representan intereses minoritarios.

Intereses de clase
Los sectores del poder económico concentrado en la Argentina, que hoy se concentran en el agronegocio (como en los noventa se concentraban en las privatizadas y en los negocios especulativos de las finanzas) se ven favorecidos por la increíble situación internacional de un crecimiento sin límite en los precios internacionales de los alimentos. Han ganado y concentrado mas riqueza que ningún sector económico en nuestro país.
Sin embargo frente a una medida que pretende una mínima regulación de esa situación de privilegio reaccionan concentrando sus fuerzas. Encontraron aliados en algunos casos hasta impensados, como los llamados pequeños y medianos productores de la FAA., estos fueron la punta de lanza en el conflicto a través del corte de rutas nacionales. También el influyente poder de los grandes medios de comunicación, especialmente la televisión que estuvieron jugados a defender sus intereses.

Libertad de empresa
La cobertura mediática de lo ocurrido durante mas de veinte días de lo que se describió como “paro histórico”, o “Gobierno vs. Campo” no es una simple confusión de manejo de la información en los medios de comunicación. Fue un discurso que tenia una clara intencionalidad de defender o proteger a estos sectores económicos.
Son estos mismos grandes medios de comunicación los que reaccionan ahora y pretenden, tras el falso argumento de la libertad de prensa, evitar la discusión sobre el papel que tienen en la producción y circulación de información en una sociedad democrática. Pero la realidad indica que el sistema de medios en la Argentina es inequitativo.
Regulado por una normativa que mantiene grandes lineamientos desde la Dictadura, donde los medios televisivos, gráficos y radiales se concentraron en unas pocas empresas (a las cuales vale decir también el gobierno les renovó las licencias en 10 años mas) y con un deficiente sistema de medios públicos, es explícita la necesidad de reformular las condiciones de difusión y acceso a la información, derecho inherentes a los ciudadanos de un sociedad democrática. (Los oligopolios multimediales tergiversan esto y consideran que el derecho a la información es el derecho a vender la basura que se les ocurra).

Debates de fondo
La posibilidad de regular los sectores hiperrentables de la economía o de garantizar un sistema que produzca información libre, plural y que la misma pueda llegar a todos/as, no puede quedar bajo el libre albredío del mercado como ya fue en los años del neoliberalismo. Queda claro entonces que debe avanzarse en una nueva regulación por parte del Estado sobre estos problemas y otros. Asuntos como la renta energética del petróleo, la universalización de algunas asignaciones sociales, el sistema impositivo en forma general etc, también deben ser discutidos pues forman parte de los ejes sobre los cuales redefinir la construcción de un modelo de país.

MAREJADA IRRUMPE


Presentación

Editorial número cero

Una de las mayores implicancias del neoliberalismo fue la mercantilización de los espacios políticos y la privatización del acceso a los principales derechos de ciudadanía (educación, salud, trabajo). La cultura del indidualismo y el consumismo que nuestra sociedad internalizó fuertemente durante los ’90, profundizaron la fragmentación de los tejidos sociales que se había iniciado tres décadas antes con la dictadura militar.
La recuperación económica que vive nuestro país, luego de la profunda crisis del 2001-2002, ha vuelto a poner en escena a la política como la herramienta necesaria para salir de la crisis -política y económica -.

Entendemos que es la acción colectiva, la organización de los diferentes sectores sociales, lo que permite reconstruir un espacio donde la multiplicidad de demandas populares pueda llegar a tener un marco de convergencia posible. Es por ello que decidimos construir un espacio de discusión y acción política y social para abordar las problemáticas de nuestra sociedad, principalmente las referidas a los derechos de los/as jóvenes.

Como juventud, hemos estado y estamos expuestos a una realidad que, fundada en los valores del éxito inmediato, la “cosa rápida”, juzga y criminaliza tanto las consecuencias “indeseadas” del modelo neoliberal como a sus exponentes.
A partir de esta realidad, con el aporte de estudiantes universitarios, jóvenes trajadores/as y compañeros/as de organizaciones sociales decidimos enfrentar el desafío de aportar a la producción de un proceso crítico que asegure la profundización de los cambios que vive nuestro país.

Aquí irrumpe MAREJADA, una revista que, mediante el pensamiento crítico y la acción comprometida, se propone mejorar las condiciones de existencia de los/as jóvenes de nuestro país.
No es una tarea exenta de contradicciones. Nos enfrentamos a un escenario donde los avances se mezclan con reveses y conflictos. Pero estamos dispuestos a sumergirnos en esta marejada y hacer lo posible para que la salida nos oriente a cambiar las cosas y construir nuevas perspectivas.

Queremos ser como el dinámico y turbulento movimiento de las olas, de la marejada, que irrumpe y transforma la grandeza del mar. Queremos construir la voz colectiva y plural que se haga oír en el enorme océano de la batalla de las ideas que hoy se reaviva con vehemencia en nuestro país y la región.
La voluntad de protagonizar esta etapa histórica de transformaciones hacia una sociedad más justa, democrática e igualitaria nos otorga las fuerzas para hacerlo. “La historia es nuestra y la hacen los pueblos”.